FÉLIX CONTRERAS: COMO UN BOLERO ESPERANDO LA NOCHE
Tan diversas maneras tiene la poesía de manifestarse que en el intento por definirla fracasamos todos. Porque ella es como un traje flexible, que adapta su estructura al cuerpo que ha de usarlo, y siendo uno, logra parecer muchos, tantos como cuerpos encuentra, por lo que ha de mirarse con sumo detenimiento para discernir dónde terminan y comienzan uno y otro. Así encontramos a quienes asumen la creación poética desde su más profunda intimidad, y a quienes lo hacen inmersos en el diario discurrir de la existencia, y otros que unen ambas zonas en una simbiosis de sensible hechura. A este último grupo pertenece Félix Contreras, poeta integrante de la generación de los 60 del pasado siglo.
Inscrita en la corriente coloquialista, su obra está permeada por la inmediatez: así podemos ver cómo emergen de sus dedos los apagones en la ciudad, el aislamiento de sus habitantes, la loca carrera por la supervivencia diaria, el ruido, tan enemigo de la poesía, la indiferencia—ese enemigo silencioso—, la burocracia, la contaminación ambiental y humana y otra larga lista de preocupaciones de carácter social. También celebra a la Patria, porque es Félix un hombre que ama ante todo lo suyo, y por eso observa la realidad con mirada crítica y dolida, sabedor de que el poeta tiene el deber de dejar testimonio, y por su convencimiento de que la poesía puede contribuir al mejoramiento humano. Sin embargo, no se queda en lo exterior y lo colectivo su discurso poético: existe una ancha y permanente zona en su obra en la cual afloran el ser humano en soledad, el amor paternal, la admiración de la belleza femenina, su pasión por la música, el niño triste que fue y en el fondo no ha dejado de ser, cuya capacidad de asombro, tan característica de la niñez, permanece intocada, como si la vida hubiese querido alargar ese tiempo para resarcirle de sus carencias afectivas anteriores.
El conjunto que hoy presentamos forma parte de su libro Álbum de la vida, publicado por la Editorial Letras Cubanas en el año 2004. Esta es una muestra con la que pretendemos acercar al lector a la obra de un poeta cuya principal virtud como tal es la sinceridad sin límites, y trasvasada esa virtud al trato con los demás, lo convierte en el amigo que todos quisiéramos tener y en un poeta imprescindible en el panorama de la literatura cubana.
Reyna Esperanza Cruz
PAPEL NATIVO DE MI PERSONA
Negocio oscuro éste de escribir sin tenerte a mi lado
junto a este poema de carne y hueso:
papel nativo de mi persona.
De todas las mujeres tú eres la ciudad llena de fábulas.
Y aunque no cantas estás en estas líneas
porque eres la alegría del retorno.
¿Qué signo eres tú, niña?
¿Silencio de la tierra?
Si yo fuera tu hombre te llamaría en voz alta
sabiendo que así no se te puede llamar
porque se erizan las estrofas
en tu carne.
No estás ahora, pero naciste en mi corazón
revuelta con mis palabras y mis soledades.
Cuerpo de amor,
panal de los días,
cuando no estás mis ojos me duelen
y el mundo es menos real
y el delirio de la soledad se mete en mis papeles.
CARTA A LOS HIJOS
Les escribo, hijos,
para que no se lleven tan pronto
esa infancia que les di.
Preciosos huéspedes de mis mañanas,
vengan todos los días
a las concreciones paternas de mi alma
y las olvidadas dichas.
Yo fui el niño agonizando delante de la aurora
e hijo de un padre graduado por la angustia.
Hijos que quitan la sal de las heridas,
sigan llenando de alegría
este corazón de sueños.
EDICIÓN ÚNICA
Este poema que alaba tu belleza
nunca alcanzará el millón de ejemplares
ni el jubileo de editores, funcionarios
ni críticos (tan escasos).
Pero es que yo lo hice para ti
y para este corazón que
cada noche
para nosotros dos
hace esta única edición.
ESTÁS
Cuando te menciono
te pones toda pura
en mis palabras
que me permiten describir
el perfume de la vida.
Estás
y no tengo
que buscarte en los diccionarios:
Ya no soy el solitario antiguo.
MUCHACHA COMO POESÍA
No se cansaba Platón de preguntar
qué cosa era Belleza y qué Poesía…
Yo, con menos esfuerzo, alcanzo la verdad
con ayuda de Bécquer:
Belleza eres tú.
Poesía también.
Para mis ojos que te desnudan
ambas cosas son el homenaje
que sin palabras tú rindes a la vida,
en la dulce penumbra de esta casa.
LUGARES COMUNES
¡Qué mala suerte!...
Todo poema que invento para ti
me sale lleno de lugares comunes:
Mi corazón es para ti desde que te conocí,
quiero el pan de tu boca.
Ayer comencé otro que decía:
Desde entonces y de día en día,
se multiplican los corazones en mi espejo.
Son pobres todas las palabras para hablar de ti.
Y ando lleno de ruidos, de lugares comunes:
Soy un navegante de tu piel
en mis papeles en blanco.
BOLERO CONTRA EL OLVIDO
Me agitas el corazón
como un bolero esperando la noche.
El mar, que almacena
cielo, que guarda la eternidad
en sus paredes,
sólo canta como la ternura
de una sábana que se revuelca
entre la gran telaraña
de este viejo bolero
creyendo saber qué lloramos.
Si te vas,
si te llevas tus pechos
donde me gusta naufragar,
musítame esa dulce tiniebla
que pesa en tu boca
como el llanto de nuestro bolero.
FELICIDAD
Para Juan Carlos Fuentes Moledo
Felices los que saben vivir solos.
Los que conviven con un televisor.
Los que domestican la noche entre cuatro paredes.
Los que salen y no olvidan la llave.
Los que se divorcian mil veces
Y se enamoran otras mil veces.
Los que van a la bodega y no dejan la libreta.
Los amigos del bodeguero, el carnicero,
Que cocinan y no queman las cazuelas.
Los que saben comer solos,
Los que comparten todo con ellos mismos.
Los que hablan con un perro o un gato y ya
Y espantan la soledad y son felices.
Los que le da igual el día o la noche
Dentro o fuera de la casa.
Felices los que nunca esperan a nadie
Ni una llamada telefónica
Ni un aviso del cartero
Ni un toque a la puerta.
Los que duermen en cama ancha,
Los que lo hacen en cama estrecha.
Felices ustedes los felices
Que les importa poco los domingos,
Los domingos tristes
Como todos los domingos,
Tan tristes
Como este domingo triste de hoy.
ESTE POEMA
Para ganarme la vida escribo este poema
apurando lo que se fue
y demorando lo que tengo que escoger.
Para ganarme la vida escribo este poema
mientras aúlla mi infancia
en el fondo de estas palabras.
Qué fácil explicar cómo se deshoja la primavera,
pero no el pan que no llega a la boca.
Qué difícil hablar de la sombra gris
y la mano navegando en la ceniza.
Para ganarme la vida
escribo este poema
tan lleno de problemas.
REVISIÓN FINAL
Perdonen esta única lágrima.
Este corazón en revisión final.
Excusen que llegué tarde,
que olvido a veces la cara,
algún detalle en las mañanas.
Perdonen
al recién salido de otros tiempos,
al bailarín sin dama
y que fui diminuto arcángel sin un labio.
Perdonen al que llora todavía
diariamente con la boca
este duro aprendizaje.
LOS DEDOS EN EL PAPEL
En este papel están mis dedos
y los que hicieron la cerámica
y los que arrancan los motores con ternura.
En este papel
junto con los míos
están los dedos que hicieron
mi morada
la escritura
y las cosas que me miran.
En este papel
están también los dedos
que permiten a los míos
mover mis manos
en el remolino de la vida.
ENCRUCIJADA
Poesía, estamos en bancarrota:
ya el oficio
no da para ganarnos el suspiro de una dama.
Estudiemos esta situación,
busquemos el futuro
como estrella de televisión,
cantante de salsa,
bodeguero o carnicero,
físico nuclear, actor de cine,
o cosmonauta
para volver a las nubes.
UNO CONTRA MIL
Juro que no he sido yo
quien me metió a poeta.
Quebrada mi voluntad,
fui, sin darme cuenta,
de lo simple a lo complejo.
Ahora, solo, ante las palabras.
Que me aterran,
y lo peor, escribirlas.
BOLERO
Bolero mío de cada día
que traes el relámpago
al miserable destino
de estas piedras inamovibles.
La única rosa perfumada
que aún respira en mi memoria
llega con mis boleros,
va conmigo día a día,
todos los días,
mañana, pasado,
la semana que viene
a buscar el pan,
un pan que me quita el sonreír,
que me aconseja, todos los días,
la fuga interminable.
Bolero, cántame un bolero
y sálvame otra vez, como ayer,
cuando mis sueños
no estaban al borde de este abismo.
HAND WITH CARE
La poesía es una vieja vasija
y la mano en su laberinto
es más vieja todavía.
Nada se compara al barro
cuando multiplica espacio
y tiempo en los dedos.
Multiplicación del tiempo en las palabras.
La mano le da ser a la mirada
como el barro corazón a la tierra
y la poesía entrega
un idioma que se inclina en la loza vidriada.
PATRIA EN MI LIENZO
Eres la geografía mental de mis manos,
mi frente despierta,
ardentía en la pupila,
viento en mi campana.
Eres el nacimiento
de un sollozo,
la flor en el sangriento puñetazo.
Patria,
eres voz
que se me derrama.
Félix Contreras (Pinar del Río, 1940). Poeta, periodista y musicógrafo. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ha publicado los libros: El fulano tiempo (1968), Debía venir alguien (1972), Cuaderno para el que va a nacer (1978), Corazón semejante al tuyo ( 1984), Porque tiene filin (1991), Gardelianas y Así es la rosa (Argentina, 1992), La música cubana: una cuestión personal (2002), Yo conocí a Benny Moré (2002), Álbum de la vida (2004) y A la mesa con Lezama Lima (2015). Poemas y artículos suyos aparecen en diversas antologías y revistas en Cuba y en varios países de Latinoamérica.
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